Esta barrera arquitectónica se halla en la calle Valdelomar de Membrilla, una calle que justo desemboca en una rotonda. Como se puede observar, el poste de madera ocupa prácticamente toda la acera, dejando entre la pared y el poste una medida de unos 60cm, y generando de esta manera que una persona con movilidad reducida o en silla de ruedas no pueda pasar, teniéndose que bajar de la acera. (Una persona sin problemas de movilidad, puede pasar sólo de lado).
Esta barrera además, supone un peligro adquirido, ya que es una calle que a parte de desembocar en una rotonda y ser transitada por coches, no posee pasos de peatones antes de la barrera para cruzar, con lo cual al tenerse que bajar por culpa del poste, se corre el riesgo de sufrir un accidente o atropello.