En la foto número 1 vemos la farmacia de la calle Pinocho de Marmolejo, céntrica, con aparcamiento pero no todas las personas pueden entrar ahí. El otro día pasaba por ahí y vi a Rocio, una discapacitada en silla de ruedas, solicitando ayuda a un famacéutico para que saliera y así poder recoger sus medicinas.

En el numero 2 tenemos la entrada de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz. Parece ser que en la casa de Dios no hay sitio para discapacitados.

En el numero 3, calle del Centro de Marmolejo en la que es prácticamente imposible caminar por la acera, dificultando incluso más, el desplazamiento cómodo de un discapacitado en una silla de rueda. Si quiere pasar, tiene que esperar a que ningún coche circulo.

En el numero 4, misma farmacia de la primera fotografía. Podemos ver que hay una amplia rampa que en vez de tener un buen fin, nos dirige hacia una pared sin salida.